El buen samaritano

Esta parábola es interesante no solo por su enseñanza, sino también por el análisis que podemos hacer de ella. Los tres personajes mencionados: el sacerdote, el levita y el samaritano; representan a tres tipos de personas. No está de más mencionar que los dos primeros eran judíos menos el último.

En primer lugar, cuando nos referimos al "sacerdote" debemos visualizar al judío que tenía responsabilidades directas en el Templo de Jerusalén (la casa de Dios), por ende aquel judío a quien podríamos considerar el más espiritual de los tres personajes; sin embargo el que haya "pasado de largo" dejando al prójimo solo y abandonado nos hace suponer que su supuesta "espiritualidad" era más bien una máscara que un estilo de vida. El sacerdote representa muy bien a aquellas personas que públicamente se muestran bondadosos, caritativos y amables, pero muy en el fondo lo que buscan no es el bienestar del prójimo sino la admiración y aprobación de los hombres.

En segundo lugar, cuando hacemos mención del "levita", debemos imaginar a un judío perteneciente a la tribu de Leví. En la época bíblica, según la ley de Moisés, los descendientes de la tribu de Leví eran los únicos escogidos para tener responsabilidades en el Templo de Jerusalén, por ende desde muy temprana edad recibían la preparación e instrucción de los que eran "sacerdotes". El levita representa muy bien al tipo de personas que les gusta tener la reputación de generosos y dadivosos, sin embargo todo lo que hacen lo hacen por lo mismo, para mantener una reputación.

En tercer y último lugar, cuando escuchamos el gentilicio "samaritano" debemos imaginar a aquel que era discriminado por los judíos, simplemente por ser producto de un mestizaje de razas y de creencias. El samaritano describe bien al tipo de personas que a veces ignoramos, quienes a veces reciben nuestro rechazo y nuestra antipatía, por tratarse de gente que no comparte nuestra ideología o nuestros mismos intereses. Esta gran parábola nos enseña que nuestro prójimo se en encuentra en todas las personas y que un gesto de amabilidad y servicio pueden salir de las personas que menos imaginamos.

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